Tal día como hoy, el 28
de marzo de 1954, tenía lugar en la parroquia de San Juan Bautista de Los
Villares, el solemne acto de bendición de la talla de Nuestro Padre Jesús
Nazareno, obra del escultor Jacinto Higueras Fuentes.
![]() |
Jesús Nazaeno en el acto de la bendición |
Desarrollo de la
Efemérides:
En Los Villares había
desde antiguo una larga y devota tradición hacia la advocación de Jesús
Nazareno, que venía desde que en torno al año 1757, D. Manuel Campos Garrote y Dña. María
Garrido Civantos aquiriesen una imagen para nuestra parroquia y así engrandecer
la Semana Santa villariega.
La falta de imagen,
destruida en agosto de 1936, vino a
interrumpir tan larga tradición. En 1953 los señores don José y don Manuel
Campos Gutiérrez decidieron donar una imagen de N.P. Jesús Nazareno.
La obra se encargó a
Jacinto Higueras Fuentes. El escultor la concibió con una iconografía muy
semejante a la que años atrás había tallado para Úbeda, corrigiendo la posición
de las manos, que situó algo más bajas, para no limitar la visión del rostro.
La imagen se dispuso como talla de vestir con el fin de cubrirla con una rica
túnica de terciopelo bordado en oro.
Próxima a la Semana
Santa de 1954 se dispuso su bendición y entronización. A tal fin, el domingo 28
de marzo de 1954 tuvo lugar en la iglesia parroquial el solemne acto de
bendición, al que asistió el pueblo en masa. Ofició la bendición el vicario
general y deán de la S.I. Catedral de Jaén don Agustín de la Fuente González,
al que asistió el párroco D. Antonino Fernández Liedo. Asistieron a la misma
diversas representaciones y autoridades provinciales encabezadas por el
presidente accidental de la Diputación don Ricardo de Villegas Herrera. Como
representantes de la comunidad villariega figuraron el alcalde don Emilio
Cabrera Toribio.
![]() |
Tribuna de autoridades |
Para madrina de la
ceremonia se había designado a doña Pilar Franco Bahamonde, hermana del general
Franco que no pudo desplazarse a Los Villares y estuvo representada por Doña
Teresa de Gregorio de García de Quesada, a la que acompañaron otras señoras de
la capital.
Tras la bendición de
la imagen, el párroco ofició la santa misa, quedando la talla colocada en un
nicho de la iglesia decorado con un sencillo retablo.
Al contar con imagen,
se restableció el tradicional culto por parte de su hermandad, que anualmente
celebraba una fiesta solemne y una recogida procesión, dentro actos de la
Semana Santa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario