
Desarrollo de la
efemérides:
Tras distintas medidas tomadas por el Concejo de Los Villares
para eliminar la plaga de langosta que viene afectando al término del municipio, el 12 de abril de 1.757, se reunía el
Concejo de Los Villares, a saber los Señores Pedro Madueño y Juan Vicente
Moreno, Alcalde Ordinarios y Juan de Gámez y Simón de Mena, Regidores para
tratar como atajar la grave plaga de langosta cuyo origen parece estar en la
simiente que quedó abandonada el año pasado después de ser recogida y que se ha
iniciado en los sitios del Cerro del Viento, Jabalcuz y Dehesas. Habiéndose
dado por orden del Concejo unas tres o cuatro peonadas por cada vecino y no
habiéndose podido extinguir y aún ni aminorar, más al contrario se van
empezando a comer las siembras de dicha Dehesa
y del Cerro del Viento dejando las tierras hechas barbechos y si
continúan así con la abundancia de nacidos y más que nacen todos los día, en
breve tiempo se comerán todas las siembras, árboles, yerbas y todo cuánto
encuentren verde.
Siendo que los vecinos de esta villa, mayormente los pobres y
forasteros se hayan muy perdidos y faltos de sustento natural para sus familias
porque con la falta grande de lluvias ninguno trabaja en cosa alguna y q no
pueden ir matar langostas sin que se les
pague algún jornal siquiera para que ellos se puedan mantener y trabajar; habiendo
pasado dicho Concejo por la ciudad de Jaén como cabeza del Reyno a informarse
del minipendio que se daba para los peones que salían a dicho fin de Orden de
la Real Justicia y conocido que se daban dos reales por cada un día a cada peón
sin otra cosa alguna. Y para que en la Villa se
prosiga matando las langostas que hay en ella y que no se alegue omisión
a dicho Concejo en virtud de las Ordenes comunicadas para ello, el Concejo
acordó que del Caudal de Propios de ella se saquen ochocientos reales de vellón
y del Caudal de Alcabalas y administración del Sr. Marqués de Trujillo se
saquen mil quinientos reales de vellón que según parece quedaron después de satisfechos los gastos que tiene ese Caudal. Que ambas
partidas componen dos mil trescientos reales que se distribuirán por el Señor Pedro
Madueño, Alcalde Ordinario de esta Villa pagando dos reales a cada peón de los
que trabajen en matar dicha langosta, de lo que ha de llevar cuenta y razón
para que conste lo que cada día pagare y de los sujetos y otros donde fueran a
trabajar llevando buitrones de los que se están haciendo por dicho concejo y
por algunos vecinos de esta Villa, ejecutándose todo con arreglo a las Órdenes
del Ilustrísimo Señor Obispo de Cartagena
Gobernador del Real y Supremo Consejo de Castilla comunicadas por el
Intendente de dicha ciudad de Jaén a este Concejo para sí por estos medios se
puede extinguir la plaga de langosta en esta Villa.
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