Tal día como hoy, el 20
de marzo de 1760, el Concejo de Los Villares, publicaba un Edicto que era
fijado en la esquina de la Fuente con la calle de la Tercia en el que se
dictaba normas para la protección de los sembrados en el término de la villa.
Desarrollo de la Efemérides:
En Los Villares, el 20 de marzo de 1760, los Señores Francisco
García y Juan Alfonso Malo de Molina; alcaldes Ordinarios; Juan de Morales y
Francisco García de Mena, Regidores; personas que componen el Concejo, Justicia
y Regimiento de ella, reunidos en
Cabildo, acordaban se fije un Edicto en la parte acostumbrada haciendo saber
que ninguna persona, alinde el ganado vacuno ni otro que tenga a los sembrados
para evitar los daños y que a cada una yunta
le pongan esquilón y cencerro, pena del que no lo hiciere de multa de 4 reales de día y si es de noche el doble; y
también que a las caballerías le pongan bozales para que no se coman los
sembrados, bajo la misma multa al que no lo hiciere. Y así mismo que cada uno
de los vecinos mate seis cabezas de gorrión y las entreguen en la oficina de
escribanía de esta villa para evitar los daños que ocasionan en los sembrados,
debiendo hacerlo a lo largo del mes de abril bajo pena de seis reales al que no
lo hiciere.
*A lo largo de todo el
siglo XVIII y parte del XIX, era habitual la publicación de edictos de
protección agraria como el que en esta efemérides se expresa.
VILLARIEGOS: Un 20 de marzo de 1915, nacía en
Los Villares D. GREGORIO ARIAS MOLINA, militar. Hijo de Domingo Arias Ruiz y de
Juliana Molina Pérez. ingresa en el Ejército como voluntario el 1 de julio de
1934, jubilándose en 1966 con la gradución de Sargento. Fue persona de un bagaje
cultural extenso, amante de la lectura y de la escritura y muy minucioso y
preciso a la hora de recopilar datos, documentos, recuerdos y hechos, lo que
llevo a contar con un pequeño pero
valioso archivo personal.
Tras una merecida jubilación, regresa a Los Villares, y entrega
su tiempo a su otra gran devoción la Virgen del Rosario, Secretario y miembro activo de la Junta Directiva de la
Cofradía, llevó a cabo la reorganización y revitalización de la misma.
Don Gregorio Arias Molina, fallecía en Jaén el 4 de junio de
1999, tras una vida enmarcada en cuatro amores, el Ejército, su familia, su
pueblo y su Virgen.
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