Tal día como hoy, un 27
de junio de 1.856, El Ayuntamiento de Los Villares, aceptaba y daba como bueno
el documento elaborado por el Vice-Prior de la parroquia D. Antonio Gómez
Molina sobre la situación de la misma y los cobros de derechos de estola (bautismos,
matrimonios y defunciones).
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Fotografía antigua de la parroquia y plaza de la villa. |
Comentario a la
Efemérides:
En Los Villares, un 27 de junio de 1.856, reunido el Cabildo
bajo la presidencia de D. José del Alcalde y Cuberos, se dio cuenta de una circular de la Diócesis
de Jaén sobre el estudio y trabajos realizados para el arreglo de la situación
del clero en la parroquia de San Juan Bautista de Los Villares, llevados a cabo
por el Caballero Vice-Prior de la misma D. Antonio Gómez Malo de Molina,
considerando que estaría más acorde y en armonía con la religión y la situación social de los feligreses, suprimir toda
clase de derechos en los bautizos, matrimonios y defunciones, cobrándose éstos solamente en las funciones voluntarias, y
sustituyendo los derecho de pago por unas dotaciones fijas y proporcionadas por
parte del Ayuntamiento. Así mismo el
documento consideraba que la parroquia de esta Villa, estaría bien servida por
un Prior y dos Coadjutores con la obligación de celebrar los días festivos, las misas primera, mayor y de doce.
Por el Ayuntamiento se dijo estar de acuerdo con este
documento de estudio y devolver el expresado documento con dicha resolución de
aceptación y certificación por el Secretario del acuerdo del Cabildo.
*DON ANTONIO GÓMEZ
MALO DE MOLINA, nace en Los Villares
el 19 de febrero de 1800. Hijo de D. Antonio Gómez Gardí, Maestro Sangrador y
propietario y de Dña. Mª Reyes Malo de Molina Armenteros.
Bachiller en Filosofía y Maestro con título
del Real y Supremo Consejo de Castilla, obtuvo la plaza de Maestro de primeras
letras en Los Villares en mayo de 1825.
Sintiendo la llamada de Dios, comenzó
la carrera de Sacerdote, estudios que compartía con la profesión de
maestro, hasta que siendo imposible compaginar estudios y escuela, el
ayuntamiento le dio el cese como maestro, nombrando otro en su lugar.
Recibió el sagrado
orden presbiterado en el año 1832. En 1934 se le concede por el Obispo de la
Diócesis, el beneficiado de la parroquia
de San Juan Bautista de Los Villares. Iniciada en ese tiempo la terrible plaga
del cólera morbo asiática, a poco de iniciarse la plaga cae enfermo el
Párroco y a pocos días el cura,
quedándose solo a cargo de la parroquia de un pueblo que tenía algo más de
quinientos vecinos, para la administración no sólo de los Sacramentos sino para
dar sepultura a ocho o diez vecinos todos los días. Infectado de la cólera el
único Escribano de la Villa, se vio precisado de que los moribundos le
otorgasen sus últimas voluntades, por no haber persona alguna que quisiera
aproximarse a las casas de ningún colérico, ejerciendo con felicidad empresa
tan ardua y arriesgada sin otro premio que la gratitud de sus paisanos (de
estos hechos existen pruebas documentales, en informes tanto del Ayuntamiento,
como del Párroco de la Villa).
Vice-prior de la
parroquia en 1837, como responsable de
la fábrica de la misma, hubo de inventariar los objetos sagrados susceptibles
de ser incautados por la Desamortización de Mendizábal, si bien su habilidad,
junto a la del párroco y la predisposición del las autoridades municipales,
hicieron posible salvar de la incautación, el pequeño pero apreciable ajuar de
vasos y enseres sagrados.
Persona muy querida y
estimada en el pueblo, formó parte de innumerables comisiones benéficas que,
como consecuencia de distintas tragedias a nivel nacional o internacional, se
creaban para recaudar fondos en la villa. Así mismo formó parte de las Juntas
Locales de Enseñanza y de Sanidad durante varios años.
D. Antonio Gómez Malo
de Molina, fallecía el día 22 de diciembre de 1876, en su domicilio familiar de
la calle Arcediano (hoy calle Jardín), a los 76 años de edad a causa de un
edema pulmonar.
TAMBIÉN ESTE DÍA…En 1.851: el Ayuntamiento de Los Villares
que presidía D. José de los Santos Gutiérrez y Fernández, previa aceptación por
el arrendatario del Matadero municipal, concedía a D. Plácido de Campos y Alcalde
la instalación de un matadero privado junto al puente llamado “del Nogueral” y
de una carnicería situada en la calle Zurradero”.