
Desarrollo de la
Efemérides:
Desde principios del año 1.804, la ciudad de Málaga sufría
una epidemia de fiebre amarilla que se fue extendiendo a otros lugares como
Cartagena, Alicante y Granada. Ya en septiembre se recibía en Los Villares una
comunicación del Gobernador indicando se forme una Junta Local de Sanidad, con
el mayor número de personas de autoridad que presten sus brazos útiles para las
operaciones y trabajos que serán inexcusables y que comience a poner en práctica y velar por
el cumplimiento de las disposiciones del Gobierno en defensa de la salud
pública y prevención de los posibles contagios.
Los Villares, era por entonces una población que albergaba
327 vecinos, unos 1.310 habitantes. En ella, se constituía la Junta de Sanidad
el día 12 de Septiembre, presidida por los Alcaldes ordinarios Alonso de Mena y
Marcelino Sánchez y como vocales con
dichos señores, el Prior de la Iglesia Parroquial de esta Villa, D. Ildefonso
Nicomedes Gómez y Barco; el Síndico
Procurador General, D. Juan de Siles Herrador; el Señor José de Barragán,
actual Diputado de Abastos; D. Juan Miguel de Campos, Síndico Personero; D.
Manuel García y D. Manuel del Alcalde, vecinos de esta población y D. Cipriano
Pérez Baylón, Médico Titular para hacer la funciones propias a su facultad y
como Secretario de la Junta el Escribano del Concejo D. Pedro José de Peña.
El 15 de octubre de 1.804 se reunía de urgencia el Concejo en
las Salas Capitulares y se leía una comunicación del Gobernador en la que se
advierte que ningún pueblo está libre al contagio a menos que se adopte las
medidas más serias y eficaces para precaverse y que va aumentando el número de
pueblos y el número de personas contagiados y sospechosos, por cuya razón el
Gobierno ha nombrado al Capitán General de los Cuatro Reinos de Andalucía, Don
Tomás de Mola como responsable de ejercer, junto con una Comisión de Salud, las
medidas que sean precisas y convengan para que los pueblos que por la
misericordia de Dios están libres de este azote, puedan evitar sufrir esta
enfermedad voraz y los estragos que le siguen.
Así mismo se indica se ponga todo el celo posible en la vigilancia de cuántas
personas circulan por el término pues se está observando que a través de los
montes que principian en Alcalá la Real es frecuente el número de fugitivos que
buscan estos parajes de la sierra para refugiarse, muchos de ellos procedentes
de pueblos contagiados. Por lo que en base a esto será indispensable redoblar
el esfuerzo y vigilancia aunando las fuerzas para que el pueblo quede bien
cercado.
Vista y estudiada la provisión, el Concejo acordó lo siguiente:
a) Que se cerque para mayor defensa este pueblo, dejando
únicamente para su comunicación con los demás que estén libres del contagio la
puerta que se colocará en el puente del Nogueral, y para que cómodamente puedan
salir y entrar para las labores y faenas del campo, se coloquen dos portones
uno en el sitio del Cantón y otro en el sitio del Vadillo cuyas llaves tengan
dos personas que se elijan de la misma Junta de Sanidad quienes cuiden de tenerlos
abiertos desde el amanecer hasta dos horas después por la mañana y otras dos
horas a la tarde principiando desde media hora antes del anochecer.
B) Que los vecinos que tengan huertos, corrales o solares en
la línea por donde se ha de cercar el pueblo han de levantar sus tapias o
paredes hasta una altura proporcionada capaz de impedir la entrada por ella de
personas y que si los tales huertos, corrales o solares fuesen de forasteros se
llevará su edificación de paredes o tapias por el Concejo pero a costa de los
mismos dueños exigiendo de los arrendadores las cantidades necesarias para ello
sin detenerse en citarlos porque las circunstancias no están para ello.
c) Que se cuide de que la cerca comprenda el Molino Harinero,
pues siendo el único de este pueblo y concurriendo a él muchos forasteros es
conocido el riesgo que hay de que pueda contaminarse y de esta forma llegaría
el contagio inmediatamente a la población.
d) Que la llave del portón que ha de ponerse en el sitio del
Cantón se entregue y encargue al Señor D. Antonio Molina Madueño y la del
Vadillo al señor D. Andrés García.
e) Que los Señores Alcaldes se encarguen de nombrar a las
personas que además del Alcalde de la
Santa Hermandad, Juan Palacios, hayan de rondar de noche por el pueblo y que
les ayude el señor regidor decano para llevar las listas de los sujetos que
deban hacer este servicio y el turno de los que vayan verificando.
f) Que los Señores
Alonso de Mena Alcalde, el Prior
de esta iglesia Parroquial y el Regidor Decano, nombren los Diputados que han
de estar de guardia en la única puerta de comunicación que queda establecida
cuya guardia se ha de componer de tres sujetos, y como responsable el mejor considerado o más
a propósito para el reconocimiento de pasaportes y anotando las entradas y
salidas y que de este servicio se encarguen en cuanto sea posible a los menos
jornaleros que necesitan sus trabajos diariamente para su sustento.
g) Que conviene hacer el cercado del pueblo a la mayor
brevedad y el modo previsto, corra a cago de los Señores Alcaldes, Regidor Decano, D. José Barragán y D. Miguel de Campos, así como del
tapiado que hay que hacer en las bocacalles y terrenos públicos cuya obra debe costearse con los fondos del Caudal de
Propios, cuyo costo es de seis mil reales.
TAMBIÉN ESTE DÍA…En 1820: La Junta Parroquial de electores, elegía por lo que resta de año,
Regidor primero suplente, a Juan Samaniego, vecino de Los Villares, en
sustitución del anterior Antonio Rodríguez, fallecido en la semana anterior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario