DE LA CONSTRUCCIÓN DE LA IGLESIA DE LOS VILLARES POR JUAN LÓPEZ JURADO, ALBAÑIL, EN 1.539.

Tal día como hoy, el 22 de junio de 1.539, el maestro albañil Juan López Jurado aceptaba, ante el juez Juan de Rivadeneyra y el escribano Juan Vázquez, las condiciones de construcción de la iglesia y se comprometía que a  partir del 15 de agosto, comenzaría a levantar la iglesia, necesitando de la ayuda de su hijo y cuatro personas como peones que habrían de designar los vecinos.

Así dice el libro del lugar de Los Villares:

”… en la dicha ciudad de Jaén a veinte y dos días del mes de junio de mil quinientos treinta y nueve, ante el señor licenciado Juan de Rivadeneyra, juez de sus Majestades en lo tocante a el repartimiento de la sierra de Jaén y por ante mí, Juan Vázquez, escribano de la dicha causa, compareció Juan López Jurado, albañil, vecino de la dicha ciudad y dijo por cuanto estaba concertado que hiciese la iglesia del lugar de Los Villares, a donde está recibido por vecino, con las condiciones que estaban declaradas,  dijo que él se comprometía que a partir del día de Nuestra Señora, que es quince de agosto, se pondrá mano a la obra de la dicha iglesia y no alzará mano de ella hasta acabarla en las dichas condiciones, dando ellos materiales y peones para cuando fuera menester mas dos reales por cada  día que trabajara y un real por un hijo suyo que trabajará de peón y que cada un vecino sea obligado a darle cuatro peones según lo tiene mandado  dicho señor juez para la dicha obra de la dicha iglesia, lo cual dijo que hará y cumplirá como dicho está so pena de diez mil maravedís para la dicha obra y todos los intereses y costas que  sobre ello recayeran si por causa cesara dicha obra… Testigos, Pedro García Serrano e Juan Pérez Poca Sangre e Álvaro Dueñas, vecinos de la dicha ciudad. Y el dicho Juan López Jurado lo firmó de su nombre en este registro. = Juan Jurado=  Ante mí, Juan Vázquez, escribano…”

(Del  Libro de la fundación).

TAMBIÉN ESTE DÍA…En 1936: El Ayuntamiento que preside D. Juan José Cabrera Medina acordaba solicitar de la Compañía Telefónica Peninsular el teléfono para esta localidad,  ofreciendo para ello casa y luz en debidas condiciones gratuitamente y por el tiempo de diez años así como para compensar los gastos que se origine con la instalación la cantidad de mil pesetas, las cuales estarán disponibles el día en que se comience la instalación.