Tal día como hoy, el 30
de julio de 1539, se hacía entrega por Francisco de Berrio, Alguacil, de una
suerte de viñas correspondiente a una cuadrilla de diez nuevos pobladores.
Dice así el Libro
del Lugar de Los Villares:
…En el lugar de Los
Villares, término y jurisdicción de la dicha ciudad de Jaén, a treinta días del
dicho es de julio de mil y quinientos y treinta y nueve, el dicho señor Juan
Francisco de Berrio, alguacil por virtud
de un mandamiento del dicho señor juez Juan de Rivadeneyra, por la mano de Juan
de Molina , medidor, en nombre de Pedro
Martínez Bachiller, y por virtud del poder que de él dijo que tiene de sus
compañeros y lo metió en una suerte de tierra para viñas que es la tercera del
primer trance, que alinda con la segunda
y con la tercera y dijo que le daba y dio posesión de la dicha cuadrilla
de viñas en los dichos nombres de los dichos compañeros que son diez y cabe a
cada uno cinco aranzadas para que las partan de por medio entre todos, y las
personas de la dicha cuadrilla, son las siguiente:
Pedro Martínez Bachiller / Martín Hernández de Pedro Díaz /
Alonso de Blanca / Juan Hernández de Trujillo / Juan Jiménez de Malpica / Pedro Martínez de Blanca/ Pedro Ruiz de Úbeda / Francisco de Perla /
Bartolomé Gutiérrez Gadeo / Juan López
de Dña. Juana.
De la dicha suerte de
tierra para viña, el dicho Juan de Molina, medidor, en los dichos nombres se
dio por contento y entregado de la dicha posesión y en señal de ella cortó de
un labiérnago y lo pidió por testimonio. Y el dicho alguacil dijo que era presto
de defender y amparar en la dicha posesión, de lo cual fueron testigos Pedro
García Serrano y Francisco Hernández de Baeza. E yo Antonio de Villareal,
escribano de sus Majestades, a lo que dicho es, presente fui e soy testigo y
hago aquí este mi signo como tal…”
Comentario a la Efemérides:
Entre los repartimientos de tierras, el de las suertes de
viñas, situadas en las faldas del Contadero, se hizo de una forma especial, con
el objeto de ahorrar los gastos del reparto:
Los lotes de viñas se realizaron en cuadrillas de diez
“compañeros” aunque existen tres lotes cuadrillas de nueve y un lote de
cuadrilla de ocho. Al frente de cada una de ellas estaba el “cuadrillero del
partido” que era quien tomaba posesión de la suerte. A cada uno le tocaban
cinco aranzadas (tres fanegas) y debían partir en partes iguales entre todos.
En el total del reparto salen 156 suertes de viñas repartidas
de forma equilibrada y justa. Sin embargo, en la última suerte de ocho
cuadrilleros, el reparto fue más suculento para cada uno de los afortunados,
entre los que estaban Juan de Reolid, como tracista; Vázquez, como escribano de
su Majestad; Juan de Molina como medidor y Antonio de Villareal, escribano del
Concejo de Los Villares.
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