domingo, 16 de marzo de 2014

DE LA VENTA DE DOS FINCAS, PROCEDENTES DE LA DESAMORTIZACIÓN DE MENDIZÁBAL EN 1.836

Un 16 de marzo de 1.836, de 12 a 13 horas, en las Casas Consistoriales de Madrid, se celebraba remate ante el Sr. D. Manuel Luceño, Juez de Primera Instancia de la misma, y del Escribano de la Comisión D. Jacinto Revillo, de dos fincas del Término Municipal de Los Villares procedentes de la desamortización, una conocida como “Huerta de la Mira” y otra un cortijo llamado “Tinajeros y Yesares”.
Nota de prensa nacional
Desarrollo de la Efemérides:
Tras la desamortización de los Bienes que los Conventos de Religiosas y Religiosas poseían en Los Villares, éstos una vez tasados, salían a la venta, en Subasta Pública, como Bienes Nacionales. Este es el ejemplo de dos de ellos.
En conformidad con lo dispuesto en el Real Decreto de 19 de febrero e instrucción de 1º de marzo de 1.836, y mediante señalamiento hecho por el señor Intendente de la provincias de Jaén, se ha de celebrar remate el día 16 del corriente marzo de las 12 a las 13 horas en las Casas Consistoriales de esta H. Villa, ante el Sr. D. Manuel Luceño, Juez de Primera Instancia de la misma, y escribano de la Comisión D. Jacinto Revillo de las fincas siguientes:
Provincia de Jaén:
* Una huerta en el sitio de Río-Frío, término de la villa de Los Villares, titulada la Mira, de caber 8 fanegas, medio celemín, con tierra de propiedad, parras, olivares y frutales, que perteneció a las monjas Franciscanas de Santa Clara de la dicha ciudad de Jaén, tasada en 22,625 reales.

*  Un cortijo nombrado Tinajeros y Yesares, en el sitio de Aguas Blancas, término de Los Villares, su cabida 234 fanegas, 11 celemines de tierra, con su casa, nacimiento de agua dulce, encinas, prados, monte pardo y blanco, que perteneció a las monjas de Santa Ana del propio Jaén, tasado en la cantidad de 31.350 reales.


LAS PROPIEDADES DE LOS CONVENTOS EN LOS VILLARES.-
 *  Respecto a estos dos conventos, podemos comentar que en el año de 1.819, el Convento de Santa Clara pagaba una contribución en  Los Villares de 200 reales de vellón, pasando a pagar en 1.821, 528 reales.
Las propiedades que poseía, eran: El cortijo de Bonilla, Un Cortijo en Río Frío y el Cortijo de la Huerta de la Mira.
El Convento de las Monjas de Santa Ana, pagaba una contribución en Los Villares de 100 reales de vellón en 1.819 y  pasando a pagar en 1.821, 125 reales.
La propiedad que poseía era el cortijo de Tinajeros y Yesares.

*Otros conventos con propiedades en Los Villares eran:
El convento de  Santa Úrsula, que era el que más propiedades poseía, pagaba de contribución 744 reales.  El convento de Santo Domingo que pagaba 552 reales. El convento de la Merced, pagaba 108 reales. El convento de Los Ángeles, que pagaba 100 reales. El convento de las Monjas Descalzas, que pagaban 150 reales. El convento de San Juan de Dios, que pagaba 100 reales.
El convento de las Bernardas, que pagaba 12 reales.


La Desamortización de Mendizábal:
La Desamortización consistió en poner en el mercado, previa expropiación forzosa y mediante una subasta pública, las tierras y bienes que hasta entonces no se podía enajenar (vender, hipotecar o ceder) y que se encontraban en poder de la Iglesia y de las Órdenes Religiosas, y que habían acumulado como habituales beneficiaras de donaciones, testamentos y abintestatos (herencia y adjudicación de bienes del que muere sin testar, pasando a su pariente más próximo). También estaban incluidos en la desamortización los baldíos y tierras comunales, aunque no se llegó a hacer en ellas.

Juan Álvarez de Mendizábal
La desamortización de Mendizábal, ministro de la regente María Cristina de Borbón, en 1836, tuvo unas consecuencias muy importantes para la historia económica y social de España.
Como la división de los lotes se encomendó a comisiones municipales, éstas se aprovecharon de su poder para hacer manipulaciones y configurar grandes lotes inasequibles a los pequeños propietarios pero pagables, en cambio, por las oligarquías muy adineradas que podían comprar tanto grandes lotes como pequeños.
Los pequeños labradores no pudieron entrar en las pujas y las tierras fueron compradas por nobles y burgueses urbanos adinerados, de forma que no pudo crearse una verdadera burguesía o clase media en España que sacase al país de su marasmo.
Los terrenos desamortizados por el gobierno fueron únicamente los pertenecientes al clero regular. Por esto la Iglesia tomó la decisión de excomulgar tanto a los expropiadores como a los compradores de las tierras, lo que hizo que muchos no se decidieran a comprar directamente las tierras y lo hicieron a través de intermediarios o testaferros.


































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