
![]() |
Medallón que figuraba en el antiguo estandarte de
la Cofradía Sacramental de Los Villares.
Comentario a la Efemérides:
Se desconoce la fecha
exacta de fundación de esta hermandad eucarística, aunque por las referencias
documentales localizadas, debió ser en el último cuarto del s. XVII o como
mucho en los años primeros del s. XVIII.
Vivió su época de mayor
esplendor a mediados del s. XVIII, en que se sabe que ejercieron como hermanos
mayores Mateo Hidalgo (1.739), Blas Madueño (1.755), Francisco Muñoz (1.756) y
Francisco Garrido (1.758), llegando a
desaparecer como consecuencia de los efectos de la Guerra de la Independencia y
posterior desamortización de Mendizábal. Los viejos cofrades siguieron
asumiendo los fines de la cofradía, hasta que en 1.898 se decidió reorganizarla
de manera oficial, adaptándola a los nuevos tiempos y regularizando su anómala
situación con la parroquia. Y así un seis de marzo de mil ochocientos noventa y
ocho se redactaron los Estatutos.
Altar en el Corpus. |
Los Estatutos se organizaron en treinta artículos,
recogiendo en buen parte los usos de la cofradía.
Establecía entre otros,
que el ingreso en la hermandad se haría tras votación secreta de las
propuestas, exigiéndose que los candidatos fuesen personas de acreditada
“moralidad y conducta” y que se comprometieran a abonar cada año una cuota de
2’50 pesetas o 5 pesetas en caso de ser matrimonio o hermanos.
Cada cofrade estaba
obligado a preveerse a su costa de un blandón o candelero de cera,
indispensable para asistir a los actos corporativos.
La acción social y
caritativa de la cofradía se concretaba en la tradicional costumbre de asistir
a los hermanos en casos de enfermedad y muerte. Si el cofrade estaba enfermo o
impedido la cofradía proveería para que se le llevase comunión, asistiendo
todos los cofrades portando sus báculos y blandones, presididos por el
estandarte, a cuyo efecto el secretario cursaba citación con 24 horas de
antelación a fin de que la concurrencia fuera numerosa.
Si el cofrade estaba en
peligro de muerte, la cofradía velaba por que se le administrase el Viático con
toda solemnidad, tocando las campanas. Asistía la Junta de Gobierno con sus
báculos, los cofrades portando los blandones de cera, el gallardete y el palio.
A la entrada y salida del cortejo en la parroquia, se hacía un repique de
campanas para que todo el pueblo tuviese conocimiento de ello y además se
repartían velas a todos los vecinos que, sin ser cofrades querían acompañar.
Al entierro asistía la
cofradía en corporación, con velas encendidas y el gallardete, multándose con
una peseta al cofrade que faltaba.
![]() |
Monumento Sacramental del Jueves Santo. |
El Jueves Santo la
cofradía debía acudir en corporación a los oficios, estando obligados a
confesar y comulgar, precepto que se hacía saber con especial énfasis a los
hermanos en el momento de ingresar en la hermandad. Durante los oficios se
celebraba la ceremonia del “Lavatorio”, en que tras la predicación del “Sermón
del Mandato” en torno a la institución
de la Eucaristía y del mandamiento del Amor, y el sacerdote acompañado del
Hermano Mayor, lavaba los pies a doce cofrades en señal de humildad.
Luego, previo sorteo, los
cofrades organizaban turnos de vela ante el Monumento Eucarístico, todo ello
con aviso de multa, en caso de incumplimiento.
El día de la Ascensión del
Señor, tenía consideración de fiesta mayor de la hermandad.
El gobierno estaba
encomendado a una Junta de muy elemental composición. El párroco ejercía de
presidente. El Hermano mayor se nombraba por riguroso turno, siguiendo la lista
de antigüedad de los cofrades. Había un Secretario y tres vocales.
Calle engalanada en el día del Corpus Christi. |
Con la puesta en marcha de
estos Estatutos, la Cofradía del Santísimo Sacramento se manifestó como una de
las más activas de Los Villares, prestando puntual y asidua colaboración a la
parroquia a lo largo de la primera mitad del siglo XX.
(Fuentes: Revista Alto Guadalquivir, 2005/Manuel López Pérez)

D. Luis Gómez Luque (1.863-1.903)
Maestro de Instrucción Primaria
Secretario de la Cofradía en 1.898
Funciones del Secretario: Además de cuidar del régimen administrativo, era quien debía controlar con rigor la asistencia de los cofrades a los actos y en su caso poner las multas. Se auxiliaba de un citador o munidor que colaboraba en el reparto de cera y en el montaje del Monumento para el Jueves Santo. Este servicio lo realizaba un cofrade, que no recibía gratificación por ello, aunque podía quedar exento de la cuota.

D. Luis Gómez Luque (1.863-1.903)
Maestro de Instrucción Primaria
Secretario de la Cofradía en 1.898
Funciones del Secretario: Además de cuidar del régimen administrativo, era quien debía controlar con rigor la asistencia de los cofrades a los actos y en su caso poner las multas. Se auxiliaba de un citador o munidor que colaboraba en el reparto de cera y en el montaje del Monumento para el Jueves Santo. Este servicio lo realizaba un cofrade, que no recibía gratificación por ello, aunque podía quedar exento de la cuota.
No hay comentarios:
Publicar un comentario