Tal día como hoy, el 29 de julio de 1.539,
Juan
Francisco de Berrio, Alguacil por virtud del mandamiento con que fue requerido daba posesión de un solar, para
hacer casa a Antonio de Villareal, Escribano de Los Villares.
Dice así el Libro del Lugar de Los
Villares:
“…En el dicho lugar de Los Villares, el dicho día veintinueve del dicho mes
de julio de dicho año de mil y
quinientos y treinta y nueve, el dicho Juan Francisco de Berrio, alguacil por
virtud del dicho mandamiento con que fue requerido, tomó por la mano al dicho
Antonio de Villareal, escribano de dicho lugar y lo metió dentro en un solar
para hacer casa, que fue señalado por
Juan de Reolid, entallador de los contenidos en la traza del dicho lugar de Los
Villares que es el cuarto solar entrando por la calle alta de la Iglesia y a
mano izquierda, que alinda con solares de Bartolomé de Baena y de Cristóbal
Ruiz de la Aldehuela y la dicha calle. Y dijo que le daba y dio la posesión
real, actual, corporal, velcasi del dicho solar y le requirió tres veces si se
tenía por contento y entregado de la dicha posesión, y el dicho Antonio de
Villareal respondió y dijo que sí, y en señal de posesión movió piedras de una
parte a otra y lo pidió por testimonio. Y el dicho alguacil dijo que era presto
de defender y amparar en la dicha posesión, en cuanto por derecho podía y
debía, estando presentes por testigos Juan de Molina y Bartolomé de Quesada…”.
(Del libro del Lugar de Los Villares)
*ANTONIO DE VILLAREAL:
Vecino de Jaén, fue nombrado primer escribano de Los Villares, en 28 de mayo de 1539.
De profesión escribano, actuó en
diversas ocasiones en distintas diligencias en el proceso repoblador de la
sierra de Jaén. En Valdepeñas, por ejemplo, actuó como testigo en la
designación de los oficios del nuevo cabildo municipal en 4 de julio de 1539.
Unos años más tarde fue
nombrado escribano público de la ciudad de Jaén, ingresando en dicho cuerpo en
noviembre de 1543, fecha en que el concejo de Jaén recibía una real cédula del
príncipe Felipe en la que se mandaba que se acrecentase en tres, las
escribanías de la ciudad.
TAMBIÉN ESTE DÍA…En 1717: D. Lázaro Garrido de Ocaña, escribano público y de cabildo de Los Villares, entregaba al
Corregidor de Jaén, testimonio de la declaración bajo juramento del Alguacil
Mayor de la villa, Juan del Moral, afirmando en que cumplimiento de lo
dispuesto por las Leyes del Reino, acompañado de vecinos y en distintos días, se
habían guiado y limpiado hasta un millar de los árboles de chaparros y quejigos
en la dehesa del Quejigar.
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