Tal día como hoy, un 17 de marzo de
1785, por testamento de don Francisco Gómez de Ávila Barragán, prior de la
parroquia de San Juan Bautista de Los Villares, se instituyó perpetuamente una
misa cantada ante la imagen de Jesús Nazareno.
Desarrollo
de la efemérides:
Por testamento otorgado un 17 de marzo de 1.785, por
el prior de la parroquia de San Juan Bautista de Los Villares, D. Francisco
Gómez de Ávila Barragán, instituyó perpetuamente una misa cantada ante Nuestro
Padre Jesús “El Nazareno”.
Entre las grandes devociones pasionistas arraigadas en
Los Villares, sobresale la de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Sus origines hay que buscarlos a mediados del
siglo XVIII donde el prior D. Francisco Gómez de Ávila Barragán, buscó el apoyo
de distintas familias acomodadas de la villa para dar un impulso a la Semana
Santa de nuestro pueblo. Fue así como a
expensas del matrimonio formado por D. Manuel Campos Garrote y Dña. María
Garrido Civantos, el 23 de abril de 1739 se creaba la Capilla y Patronato de
María Santísima de los Dolores.
También costeado por D. Manuel Campos se adquirió la
imagen de Jesús Nazareno. Se desconoce la fecha exacta pero debió ser bien
entrada la segunda mitad del siglo XVIII.
La imagen debió ser de cierta categoría pues no se
integró en la capilla de los Dolores, sino que se le hizo retablo y camarín el
crucero del templo. Y pronto contó con su correspondiente cofradía.
Es frecuente advertir que numerosos villariegos, a
la hora de testar, dejan generosas limosnas en cumplimiento de “…unas promesas
hechas a Jesús Nazareno”. Así se ve en las disposiciones testamentarias de
Manuel de Siles (30 de abril de 18049), Juan de Ortega Moreno (5 de septiembre
de 1804), Antonio Narciso Gómez (16 de abril de 1822), Justo Moreno (2 de
noviembre de 1823) y otros…
La penosa y
lamentable destrucción de la iglesia parroquial el 3 de agosto de 1936 supuso
la pérdida de la venerada imagen de Jesús Nazareno y de su retablo.
TAMBIÉN ESTE DÍA…En 1508: La Reina
Juana I de Castilla, en Burgos, otorgaba el privilegio para repoblar la sierra
de Jaén y fundar en Los Villares de Jige, una población para 300 vecinos.
Reiniciaba así el proyecto que sus padres los Reyes Católicos iniciaban en 1489
y que culminó felizmente su hijo Carlos I.
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