
“… Serían
como las seis de la tarde del pasado domingo día 15 de junio cuando una densa
niebla invadió las calles del pueblo de Los Villares de Jaén. Unas cuantas gotas
de agua y de golpe se iniciaron secos truenos y descargas eléctricas que sin
cesar se sucedían. Una manga de fuego se desgajó de la torre de la iglesia y
recorrió varias calles, dando grandes estampidos que se asemejaban a cañonazos.
En el
matadero municipal cayó un rayo, derribando a un chico que limpiaba una res. Un
porquero regresaba al pueblo con su piara y también un rayo lo dejó privado del
conocimiento. En la huerta de San Juan de Dios cayó otro rayo, derribando la
puerta e hiriendo de consideración a
ocho hombres. Un enorme moral que hay junto a la puerta fue hecho añicos por el
fuego celeste.
Por fortuna
no ha habido ninguna muerte…”
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