
Desarrollo de la Efemérides:
Los trabajos para
elaborar el Catastro de Ensenada se realizaron el 12 de mayo de 1.751 bajo la
presidencia de D. Francisco Varona y Rozas, Intendente y Correjidor de Jaén.
Ante él comparecieron el párroco D. Francisco Gómez de Ávila Barragán que tomó
juramento a todos de que procederían con verdad y rectitud de conciencia.
Estuvieron presentes todos los componentes del Ayuntamiento.
Como peritos actuaron
Antonio Sabalete y Alonso Garrido, hombres expertos en las cosas del campo; los
labradores Francisco Esteban y Matías García; el medidor José Fernández y el
albañil Ramón de Jeavas. Todos ellos asistidos por el escribano Diego Francisco
de Retama.
Preguntados al
respecto dijeron que el término de Los Villares, cuya jurisdicción pertenecía
al Vizconde de Los Villares, tenía en línea recta siete cuartos de legua.
Informaron que había buenas tierras que se regaban con las aguas de Río Frío y
que el secano se encontraba en los parajes de Peñón Rodado, las Moraledas y los
Torcales. Que había dehesa para ganado de labor y cabras y otras dehesas llamadas de Linarejos y el
Pozuelo destinado a yeguas.
Dijeron que los
frutales eran muy abundantes y variados y que eran notorios los plantíos de
olivar, componiendo todo un término de unas once mil fanegas de tierra de diferente
calidad cuyos nombres especifican.
Señalaron que había un
molino harinero y que los molinos de aceite estaban uno dentro del pueblo que era
de D. Manuel Campos; otro en la casería de las monjas de Santa Úrsula y un
tercero en la Covatilla. También dijeron que había un horno de pan, propio del
Ayuntamiento que lo arrendaba todos los años.
Colmenas hay setenta
que producían muy buena miel. El ganado se componía de 23 yeguas, 60 pares de
bueyes y vacas de labor, algún ganado bravo,
unas 1.000 ovejas, otras tantas cabras; 100 cerdos y un centenar de
burros que servían para ayuda de casa y labor.
El número de viviendas
ascendía a 127, de las que había dos ruinosas. Los vecinos cabeza de familia
eran 170.
El Ayuntamiento tenía
entre los Bienes de Propios, algunas tierras y dehesas, un molino, un horno,
dos casas en la calle Molino, la Cárcel y el Pósito. Todo ello le producía
6.093 reales y 17 maravedís. De las propiedades rústicas 120 fanegas se habían
repartido entre varios vecinos para que las sembraran durante seis años, a fin
de recaudar dinero para hacer un puente sobre el río Eliche.
En ese momento no
había casa Ayuntamiento, pues la antigua estaba arruinada y se tenía alquilada
una sala en una casa particular.
Había una taberna
donde se despachaba aceite, aguardiente y vinagre; también había una tienda de
comestibles. En aquel momento no había carnicería. La única carne que se solía
consumir era la de cabra, sacrificándose unas trescientas cabezas al año.
No había hospital, ni
médico, ni cirujano, ni boticario. Sólo un barbero que aparte de su oficio
curaba lo que podía y sabía. Había un estanquero, un escribano público, dos
sacristanes, dos maestros albañiles, dos oficiales de albañiles, dos zapateros,
un aladrero y un hornero. Había 73 jornaleros que ganaban tres reales diarios y
36 pobres de solemnidad.
Al pueblo le
correspondía aportar dos soldados al regimiento de Milicias de Jaén. Este año
los soldados eran Diego Ramírez de Adán y Francisco Hidalgo.
Clérigos sólo había uno, el Prior de la parroquia.
![]() |
Esquema del Término Municipal según los peritos del Catastro |
(Fuente: Revista La
Fuente nº 15 – Manuel López Pérez)
![]() |
Marqués de Ensenada |
Para implantar la
“única contribución” fue preciso hacer un detallado catastro de riqueza que se
realizó entre 1.749 y 1.760 y es conocido como Catastro de Ensenada en razón de
su ideólogo.
Este documento se
realizó en las 22 provincias y 15.000 lugares de Castilla y León entre las que estaba Jaén y se
basaba en un minucioso interrogatorio de 40 preguntas que se envió todos los pueblos para que fuese contestado
con el auxilio de peritos competentes nombrados por el Intendente de la
provincia.
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