

SEMBLANZA:
D. Antonio era el menor de nueve
hermanos. Sus padres José Aguilar y Mª Josefa Muñoz, agricultores, vivían en un
cortijo de Campillo de Arenas “El Berrío”. Muy interesados en la educación de
sus hijos, todos ellos bajaban a Campillo para asistir, a diario, al Colegio.
Como todos sus hermanos, Antonio también realizó sus primeros estudios en el
colegio del pueblo. Las circunstancias económicas de un lado y la inteligencia y capacidad de
trabajo que Antonio mostraba hizo, tal vez aconsejados por su maestro, que los
padres decidiesen que continuase estudiando, siendo el único de los nueves
hermanos que continuó los estudios.
Los padres decidieron traerlo a Jaén,
y escogieron como Centro, el Colegio de San Agustín, colegio de tradición
católica docente, fundado por Cándido Nogales,
que ocupaba un antiguo palacio de la Plaza de San Bartolomé. En él, en
régimen de internado, realizó el Bachillerato, siendo uno de sus alumnos más
brillantes. Pasó a Granada a estudiar la que era su vocación, la medicina.
Obtuvo la Licenciatura en Medicina y Cirugía en junio de 1.930, a la edad de 27
años.
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D. Antonio y su esposa Dña. Aurora |
Terminada la carrera, comenzó a ejercer la medicina en su pueblo natal, donde cariñosamente le conocían como “el médico del Berrío”, el hijo del cortijero que había llegado a ser médico. Al poco tiempo se caso con Aurora Morales Miralles, con quien tuvo seis hijos. Trabajó en Campillo hasta el inicio de la Guerra, en que tuvo que incorporarse como médico al ejército. En Campillo nacería su primera hija, Pepi. Finalizada la contienda, fue destinado por un año a Hornos de Segura, y de allí a Jabalquinto, durante dos años, donde nació su segunda hija, Aurori. De allí obtuvo la plaza definitiva en Ventas de Zafarraya (Granada), donde ejerció durante dieciséis años y en el que nacieron el resto de sus hijos, Antonio, Luci, Manolo y Jesús.
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Vivienda que fue de D. Antonio |
Era un hombre de fuerte convicción religiosa y entregado a su profesión. Tras 16 años de servicio en nuestro pueblo, se jubiló en el año 1.973, a la edad de 70 años.
D. Antonio, “el médico del Berrío” como le llamaban en su pueblo natal,
moría un 21 de marzo de 1.984, en Jaén, dejando en el pueblo de Los
Villares el recuerdo imborrable de su figura menuda y callada y de su gran corazón
y entrega a la que siempre fue su vocación, la medicina y sus enfermos.
Escrita desde el cariño, esta semblanza, me ha traído emocionados recuerdos del abuelo que corría tras las travesuras del nieto, y del padre siempre atento a aconsejar a su hija.
(Tratado de Obstetricia, Orla y maletín de consulta de D. Antonio, que conserva su hija Luci).

(Tratado de Obstetricia, Orla y maletín de consulta de D. Antonio, que conserva su hija Luci).
Mi querido abuelo materno, cuantos recuerdos y añoranzas me han venido a la memoria nada mas ver su foto. Siempre te llevaré en mi corazón.
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