Un 15 de enero de
1.951, nace en Los Villares D. Luis Parras Guijosa, Primer Rector Magnífico de
la Universidad de Jaén.
SEMBLANZA:
Hijo
de Antonio Parras Santiago y Aurora Guijosa López, es el mayor de dos hermanos.
Sus padres siempre lucharon porque Luis y Ramona, tuviesen estudios
universitarios y orientaron sus vidas entorno a esa meta, no importándole
trasladar su residencia por acercar el hogar a sus hijos. Su infancia transcurre en la calle que le vio
nacer, la calle Antonio Molina, donde su padre tenía una tienda de comestibles.
Cursó los estudios primarios en el C.P. Ntra. Sra. del Rosario, siendo su
maestro D. Alfonso Alejo Muela. A los 11 años marcha a Jaén donde estudia el
Bachillerato en el Instituto Virgen del Carmen, con excelente expediente
académico, formando parte de aquel grupo de alumnos brillantes que representaba
al Centro en el Concurso Educativo y Cultural de TVE, “Cesta y Puntos”. Del
Instituto, guarda un excelente recuerdo de su profesora de Matemáticas, Dña.
Águeda. Pasa a realizar los estudios universitarios en Granada, donde obtiene
la Licenciatura en Ciencias Exactas. Allí conocería al profesor D. Rafael
Infante y al trasladarse éste a la Universidad de Sevilla, Luis le sigue y en
la Universidad Hispalense, obtendría el Doctorado. Luis lee su tesis en
septiembre de 1.976.
El 24 de julio de 1.976, contrae matrimonio con la que fue su novia desde la adolescencia, Mª Carmen Anguita Herrador, de cuyo matrimonio nacen dos hijos, Luis y Juan. De Sevilla Luis marcha a Murcia donde reside un solo curso académico. Málaga fue su siguiente destino, donde comienza su contacto con la gestión pública siendo designado en 1.985 Vicerrector de Investigación. Tras el nombramiento de su amigo y compañero de estudios Antonio Pascual, como Consejero de Educación, éste le llama para ocuparse de la Dirección General de Construcciones y Equipamiento de su Consejería, cargo que ocupa entre 1.986 y diciembre de 1.990. Durante este periodo Luis hizo una apuesta por su pueblo, construyéndose el Instituto de Enseñanza Secundaria “La Pandera” y llevando a cabo una importante adecuación en el C.E.I.P. “Ntra. Sra. del Rosario”, con la construcción además de un Polideportivo Cubierto para sus alumnos.
En
diciembre de 1.990, Luis vuelve a su Universidad de Málaga y en 1.992 es
nombrado Vicerrector de Programación e Inversiones. Y tras la creación por Ley del Parlamento
Andaluz de la Universidad de Jaén, en 1.993, es llamado por el Consejero D.
Antonio Pascual, a la que sin lugar a dudas, ha sido su mejor y más ilusionante
tarea, la de presidir la Universidad de Jaén. Fue Presidente de la Comisión
Gestora, hasta 1.997, fecha en que sería elegido Rector Magnífico por el
Claustro de la Universidad, que lo reeligiría en 1.999. En 2.003 comenzaría su
último periodo como Rector, tras su elección por sufragio universal de la
comunidad universitaria giennense. No cabe duda, que si el germen de la
Universidad de Jaén hay que buscarlo en la Ley 5/1.993, del Parlamento Andaluz,
de 1 de julio, el padre y artífice de lo que hoy es esta joven Universidad, no
es otro que nuestro paisano Luis Parras Guijosa. La universidad le reconoció su
magnífico trabajo y total entrega, haciéndole entrega de la Medalla de Oro de la
Universidad, en enero del 2.008. Para cuando el reconocimiento de su pueblo,
nombrándole “Hijo Predilecto”, y dando su nombre “Rector Luis Parras
Guijosa” a una de sus calles.
En
la actualidad Luis, ha vuelto a su Cátedra de Estadística e Investigación
Operativa de la Universidad de Jaén, e imparte la asignatura de Estadística
Aplicada, en el Grado en Trabajo Social y de Bioestadística en el Grado de
Enfermería.
Luis
ha ocupado y presidido además distintas Entidades provinciales, como la Junta
Rectora del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, y en la actualidad desde el 25 de
enero de 2.013, preside el Consejo Económico y Social de la Provincia de Jaén.
En
los últimos años, ha ocupado el cargo de concejal en el Ayuntamiento de Los
Villares.
Su trabajo y ocupaciones públicas ha hecho que Luis haya tenido que residir fuera del pueblo, largos periodos de tiempo pero él, siempre tuvo orientada su brújula y su corazón hacia Los Villares, donde cada vez que podía se escaba, para recargar las pilas con el agua, el paisaje y los olores de nuestra sierra y compartir el tiempo con sus gentes.
Sea
esta pequeña semblanza, una muestra de
reconocimiento y cariño al amigo de la infancia y al villariego ilustre, al que
este pueblo vio nacer.
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