jueves, 30 de enero de 2014

DE UN EDICTO MUNICIPAL DE 1.818



Un 30 de Enero de 1.818, la Justicia y Ayuntamiento de Los Villares, en base a la Real Ordenanza de Montes, aprobaba un Edicto, que acordaron se fijase en el Sitio Público de la Villa haciendo saber a los vecinos:

 “ …Que en el término de veinte días contados desde la publicación, ponga cada uno cinco Álamos Negros o Blancos o Encinas en los sitios Realengos, avenidas de los Ríos, salidas del Pueblo y Camino de Jaén, apercibiéndoles que si en dicho término no lo hicieren, se les exigirá la multa que está dispuesta por las Ordenanzas y por esta Real Justicia se practicará a costa de los morosos, que todo aquel que cumpla con lo mandado se presente en el Oficio de Cabildo de esta expresada Villa a dar razón de los sitios donde haya hecho su plantación y clase de árboles que sea, para que sentado sea en la Lista que se llevará a el intento que proceda a su reconocimiento por el Sr. Juan de Luque, Síndico Procurador General a quien desde ahora se nombra para esta Diligencia que cumplirá con la mayor eficacia y zelo y cumplido que sea todo lo mandado se sacará el Testimonio con arreglo al modelo que obra en esta Escribanía y se remitirá en todo el mes de Marzo venidero al Sr. Subdelegado, que por el mismo desta mandado.”



Comentario a la Efemérides: Curioso modo de llevar a cabo una repoblación forestal comunitaria. Conjuntamente con la reforestación, era obligatorio durante los meses de marzo y abril, que cada vecino, incluso las viudas, decía el Edicto,  entregar en el Ayuntamiento, al Sr. Alcalde segundo seis cabezas de Gorrión.
*La sanción por no cumplir el Edicto era de 2 Ducados y un día de prisión.









 

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