
Comentario
a la Efemérides:
¿Qué era el Receptor de Bulas?: Básicamente era el
recaudador, que se encargaba de recoger el dinero de las limosnas que generaba el reparto de las bulas entre
los vecinos y luego debía entregar y dar cuenta sobre las cantidades recibidas,
en la tesorería de la Santa Cruzada en Jaén, o bien entregar a su regente cuando
éste se desplazaba a la Villa para recogerlas. Aunque el dinero no iba a parar
al Concejo, éste si estaba obligado a elegir a la persona que se encargaba del
reparto y cobranza.
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Modelo de Bula |
Las bulas que se
ponían a repartir en Los Villares, eran de cuatro tipos, las llamadas de vivos,
de difuntos, de lacticinios y de composición.
¿Pero qué era una bula? Era un
documento concedido por el Papado que supone la concesión de determinadas
gracias o beneficios espirituales a quien se acoge a él por su adquisición,
aunque también puede tener un sentido de gracia o beneficio a nivel jurídico o
administrativo.
Este
derecho para repartir las bulas fue concedido a la Corona Española por el Papado
con el fin de que ésta obtuviera ingresos en las llamadas guerras contra los
“infieles” y “enemigos de la religión católica”, entiéndase en los siglos XVI y
XVII como turcos, protestantes, berberiscos etc., ya que, a efectos
espirituales estas guerras tenían cierto sentido de cruzada. Lo cierto es que
su venta proporcionó mucho dinero ya que, en sus variantes, pero sobre todo la
de vivos, eran repartidas entre la población, donde muy poca gente quedaba sin
ella. Hay que tener en cuenta que en un tiempo como los siglos XVI y XVII,
época de fanatismo religioso, la salvación del alma se consideraba por encima
de todo lo demás y los beneficios espirituales que concedían estas bulas se
consideraban esenciales para obtener el cielo.
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