Mª ÁNGELES GUIJOSA PARRA, maestra.

Mª Ángeles Guijosa Parra, nace un 19 de enero de 1.945, en la calle Francisco Bonilla de Los Villares.

SEMBLANZA:

Abuela y nieta, modelo de educación

Hija de Antonio Guijosa y Ángeles Parra, es la mayor de tres hermanos. Sus primeros años transcurren entre su calle y  el ir y venir a la calle Rodríguez Acosta, hoy calle Jardín, donde vivía su abuela Paula, por la que sentía especial cariño; de ella recibiría sus primeras enseñanzas. Cuando tuvo la edad de ir a la escuela, se incorporó, a la Unitaria, de Dña. Carmen López Fe. También asistiría, por las tardes, a la academia que daba D. Antonio García Barrios. Terminado su periodo de educación primaria, sus padres la llevaron, interna, al Colegio de las Carmelitas de Jaén donde hizo el Bachillerato. Volvió a Los Villares y comenzó a estudiar Magisterio por libre, compartiendo las tareas en casa, donde ayudaba a su madre y el estudio; pero como ella siempre dice la constancia y el esfuerzo, tienen su recompensa. Y en el año 1.968 acabaría la carrera, incorporándose ese mismo curso, como maestra interina al Colegio de Los Villares, donde ejercería durante seis años.

En mayo de 1.970 se casa con Enrique Gallardo y del matrimonio nacen dos hijas, Paloma y Beatriz.

Tras aprobar las oposiciones, en 1.978,  trabajaría, durante dos cursos, como maestra propietaria provisional en el Colegio “Santiago Apóstol” de Valdepeñas y en Septiembre de 1.980 se incorpora como maestra definitiva al Colegio “Ntra. Sra. del Rosario” de su pueblo, hasta su jubilación en el año 2.005.

Certámen de Pintura.

Mª Ángeles,  ha sido una maestra entregada a sus alumnos y a su colegio. Su   carácter alegre, siempre atenta a las necesidades del alumno,  hizo que se ganase el cariño y la estima  tanto de ellos como de sus familias. En el Colegio fue esa persona dispuesta a entregar su tiempo y sus capacidades artísticas en cada acto que se celebraba, cuántos decorados y  trabajos llevaban el sello y el cariño que ponía en ellos. Ha sido todo un ejemplo de maestra pero también de compañera, ¡qué suerte tuvimos los directores de contar con ella!

Hoy sigue siendo una persona muy activa y participativa, forma parte del Club de Lectura, del Coro parroquial,  asiste al Centro de Mayores, practica su afición, la pintura,  pero sobre todo ejerce de abuela, siendo para sus nietos, el vivo reflejo de aquella abuela a la que tanto admiró.      

Con uno de los muchos grupos de alumnos que educó.